Cada vez es más común que los estudiantes en sus últimos años de carrera, compaginen estudios y trabajo. Aunque trabajar mientras estudias puede parecer una hazaña difícil de realizar debido a la falta de tiempo, hay algunos pasos a seguir que pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos.
Esta etapa es esencial para la construcción de tu identidad profesional. Encontrar el equilibrio entre el estudio y el trabajo puede ser desafiante, ya que ambas actividades requieren esfuerzo. Por eso es necesaria mucha organización, crear una buena rutina y tener una gran fuerza de voluntad para lograrlo.
Cómo compaginar trabajo y estudios
Planifícalo todo
Una buena organización te permitirá sacar adelante tus asignaturas, realizar un buen trabajo y, al mismo tiempo, desconectar y seguir disfrutando de amistades y aficiones. La clave está en la organización y la planificación diaria.
Una excelente opción es utilizar una agenda, ya sea en papel o digital, para anotar tus tareas pendientes. Planifica tu semana para enfocar tu esfuerzo y atención en los asuntos urgentes.
Es importante que tu calendario tenga cierta flexibilidad, ya que a veces surgen imprevistos o hay días en los que necesitas un descanso para retomar tus actividades con más energía al día siguiente.
Realiza un listado el día anterior
Una de las mejores prácticas que puedes llevar a cabo, es revisar la noche anterior lo que tienes programado para el día siguiente y hacer una lista de las tareas que realizarás. Recuerda que lo más difícil o lo que te resulte más pesado debe ser lo primero en tu agenda. No lo pospongas, ya que la procrastinación solo aumentará la pereza y el miedo a enfrentarlo.
Planificar el día anterior es, según los expertos, una excelente manera de focalizar tu atención en tareas concretas y dividir tus objetivos en actividades realizables y manejables.
Céntrate en la tarea que tienes delante
Una vez tengas todo planificado, es importante que te concentres en la tarea que tienes enfrente, dejando de lado las demás pendientes.
Aunque puede ser difícil, ya que a menudo tenemos muchos pensamientos rondando en la cabeza, para ser efectivos es necesario apartar el resto de preocupaciones y enfocarse completamente en la tarea actual.
Las redes sociales y el móvil pueden ser grandes fuentes de distracción, así que desconéctate de ellos para poder concentrarte de verdad.
No pierdas el rumbo
Aunque estudiar y trabajar puede ser muy gratificante, también es algo complejo y habrá momentos en los que parecerá que no hay salida. Sin embargo, recuerda que no pasa nada por tener un mal día. Lo importante es reflexionar y pensar realmente en lo que quieres: ¿Cuál es tu motivación?
Por esta razón, tu agenda debe tener cierta flexibilidad. No pasa nada por tomar un descanso y volver al día siguiente con más energía. Es crucial tener en mente tu objetivo final, ya que eso te motivará a seguir adelante.
Todo se complementa
Todo lo que aprendas mientras estudias puedes aplicarlo en el trabajo y viceversa. El valor de esta etapa radica en que el aprendizaje es integral, no solo adquieres conocimientos teóricos, sino también prácticos.
Hay lecciones valiosas que solo se aprenden a través de la experiencia. Siéntete afortunado o afortunada, ya que este esfuerzo extra que estás realizando te está convirtiendo en un mejor profesional, con más experiencia y habilidades.
Además, tu mente aprenderá a planificar, racionalizar y se fortalecerá para enfrentar los retos diarios de la vida laboral.
Cómo buscar empleo si estás estudiando
Busca Vacantes de Media Jornada
Si tus estudios ocupan la mitad del día, la opción ideal es buscar trabajos de media jornada. Utiliza portales de empleo como Computrabajo, y en la sección de filtros selecciona el tipo de contrato. Escoge ofertas de empleo de media jornada o fines de semana, según tu disponibilidad.
Prioriza Empresas Flexibles
Es fundamental que la empresa que elijas sea consciente de tu condición de estudiante y ofrezca flexibilidad. Muchas compañías tienen programas específicos para estudiantes, lo que facilita la gestión del tiempo entre el trabajo y los estudios.
Aprovecha los Programas de Prácticas
Si estás en la universidad, cursando un posgrado o formación profesional, investiga si tu centro educativo cuenta con programas de prácticas. Estos programas están diseñados para introducir a sus alumnos y alumnas en el mundo laboral mientras continúan con su formación académica. Además en algunos casos, los practicantes tendrán la opción de conseguir un empleo fijo después de su periodo de prácticas.
Cómo buscar empleo si no tienes experiencia
En esta larga carrera de obstáculos, la experiencia es un tema que no podemos pasar por alto. Es probable que en este punto aún no cuentes con experiencia profesional, lo que a priori puede complicar la búsqueda de empleo.
Sin embargo, existen varias maneras de empezar a adquirir esa experiencia. Una de ellas es a través de prácticas o voluntariados. Dependiendo de la profesión a la que te quieras dedicar, puedes dar tus primeros pasos como ayudante o colaborando con alguna empresa.
Por ejemplo, si tu vocación es ser médico, puedes colaborar con organizaciones sin ánimo de lucro como la Cruz Roja. Estos primeros pasos también te permitirán descubrir si la profesión que elegiste es la adecuada para ti.
En otras profesiones, tus hobbies pueden ser un valioso recurso al buscar empleo. Por ejemplo, si quieres ser profesor de Educación Física, podrías entrenar equipos del barrio o hacerte entrenador personal de amigos y familiares. Esa experiencia se puede incluir en tu currículum, facilitando tu inicio como profesional.
Además, también hay empresas que buscan a personas sin experiencia. Para dar con ellas, basta con realizar una búsqueda filtrada en portales de empleo como Computrabajo.
No oirás decir a casi nadie que sus comienzos fueron fáciles. Para poder alcanzar el trabajo al que aspiras, deberás pasar por unas cuantas experiencias donde lo importante es el aprendizaje.
Elabora tu plan de carrera y prioriza los pasos que debes realizar para conseguirlo. Pocos son los que empiezan siendo director de una compañía. Lo más seguro es que antes debas pasar por muchas otras etapas e ir mejorando tus conocimientos para poder conseguir tus sueños.
Aunque a simple vista trabajar mientras estudiar puede parecer abrumador, la formación continua y el esfuerzo te harán llegar a esos objetivos que ahora parecen tan lejanos.