El término "tóxico" es una de las palabras más buscadas en los últimos años. Esto refleja una realidad no solo en las relaciones, sino también en el ámbito laboral: trabajar bajo la dirección de un o una líder tóxico es una situación que puede generar estrés y es una de las principales razones para abandonar un empleo.
En este artículo analizaremos cómo identificar a un o una líder tóxico y cómo manejar la situación de manera efectiva.
Cómo se identifica al líder tóxico
Un o una líder tóxico se caracteriza por comportamientos abusivos, intimidantes y desmotivadores. Estos líderes suelen resaltar los errores, ignorar los méritos de su equipo o adjudicárselos sin pudor alguno, y no definen claramente sus expectativas mientras controlan hasta el más mínimo detalle.
Detectar las siguientes señales a tiempo te ayudará a tomar medidas y, al menos, minimizar el impacto en tu desempeño.
Señales de un líder tóxico
Micromanagement extremo
El líder tóxico tiene la necesidad de controlar cada aspecto del trabajo de su equipo, no permitiendo autonomía ni confianza en las capacidades de sus colaboradores. Este comportamiento no solo reduce la creatividad, sino que también puede ser extremadamente desmotivador.
Falta de apoyo en el desarrollo profesional
Un líder tóxico no se preocupa por el crecimiento y desarrollo de su equipo. Es una persona a la que cuesta delegar y no ofrece oportunidades de capacitación, mentoría o ascensos. No suelen mostrar interés en las aspiraciones profesionales de su equipo.
Comportamiento manipulador
Utilizan tácticas manipuladoras para mantener el control, como hacer promesas vacías, mentir, o cambiar las reglas a conveniencia. Este comportamiento genera un ambiente de desconfianza y confusión dentro del equipo.
Negación de responsabilidades
Así como rápidamente se atribuye los méritos, el líder tóxico, cuando algo sale mal, rápidamente culpa a otros en lugar de asumir la responsabilidad de sus propias acciones. Este hábito de buscar chivos expiatorios crea un ambiente laboral de inseguridad y temor.
Falta de comunicación y transparencia
Ocultan información importante y no son claros sobre las decisiones que afectan al equipo. La falta de transparencia genera incertidumbre y dificulta el trabajo coordinado y eficaz.
Promoción de la cultura del miedo
Estos líderes utilizan el miedo como herramienta para controlar a su equipo. Pueden amenazar con despidos, sanciones o humillaciones públicas, creando un ambiente laboral hostil y estresante.
Resistencia al cambio
Un líder tóxico suele resistirse a cualquier cambio o innovación que no provenga de ellos mismos. Estos líderes creen que siempre tienen la razón y no aceptan opiniones diferentes. Esto es problemático, ya que bloquea la posibilidad de recibir comentarios constructivos que podrían mejorar la empresa.
Obsesión por escalar
Los líderes tóxicos suelen estar obsesionados con su ascenso profesional, sin importar a quién perjudican en el proceso. Este comportamiento genera un ambiente de miedo y falta de agilidad, donde el equipo se siente controlado y desmotivado.
Favoritismos
Fomentar favoritismos dentro del equipo es un claro signo de mal liderazgo. Crear rivalidades y divisiones daña la colaboración y crea un ambiente laboral hostil, donde las ideas y la comunicación no fluyen adecuadamente.
Consecuencias de trabajar con un líder tóxico
Trabajar bajo las directrices de un líder tóxico produce estrés y es una de las principales causas de abandono del trabajo. Según estudios, casi el 40% de los abandonos laborales son consecuencia de una mala experiencia de liderazgo. La consultora Gallup indica que las empresas eligen a la persona equivocada para dirigir al equipo en el 82% de las ocasiones, un porcentaje nada desdeñable.
Estas situaciones afectan negativamente la productividad y la salud de los colaboradores por lo que cuanto antes puedas detectar la toxicidad de tu superior y aprender a neutralizarla o manejarla con inteligencia, mejor.
Estrategias para manejar a un líder tóxico
Si te encanta el trabajo que haces y no quieres abandonarlo, no dejes que el líder tóxico afecte tu vitalidad y creatividad. Aquí te proponemos algunas estrategias para manejar estas situaciones:
1. Analiza la situación
Toma perspectiva y analiza el comportamiento de tu superior. Conocer sus puntos débiles y sus reacciones ante ciertos temas te ayudará a prevenir conflictos. Esta comprensión te permitirá saber cómo tratarlo y evitar que el problema se agrave.
2. Controla la tensión
Es difícil dejar las emociones personales fuera del trabajo, pero es importante reflexionar y meditar antes de responder a situaciones conflictivas. Tómate tu tiempo para pensar en lo sucedido y las posibles consecuencias de tus respuestas. Intenta comprender el mensaje detrás de las palabras y cómo puedes actuar constructivamente.
3. Habla en privado
Antes de que la situación afecte tu trabajo, intenta hablar en privado con tu líder. No se trata de una sesión de terapia, sino de llegar a un entendimiento que reduzca el estrés diario y las tensiones. Expón tu situación y plantea soluciones concretas, como establecer momentos específicos para discutir desacuerdos.
Si con estas estrategias el problema persiste, puede que haya llegado el momento de considerar buscar otro empleo. Afortunadamente, existen múltiples oportunidades laborales donde podrías encontrar un ambiente más saludable y productivo. ¡Ánimo!